(Mérida, 22/10/2024).- «En varias ocasiones he recibido mails de amenazas/ chantaje, donde me dicen que si no hago ciertas cosas publicarán información mía (privada)». La cita es el testimonio de una de las 200 jóvenes encuestadas por la Comisión de la Mujer de la Universidad de Los Andes (ULA Mujer) sobre la violencia de género en entornos digitales, cuyos resultados están en el informe Violencia contra las mujeres por razones de género en medios digitales.
Durante el mes de junio de 2024, ULA Mujer realizó una encuesta dirigida a mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años de edad habitantes de la región andina de Venezuela, en los estados Mérida, Táchira y Trujillo. Del total de 200 encuestadas, 124 reconocieron haber sido víctimas de algún tipo de violencia en entornos digitales o de conocer a otras mujeres que lo han sido.
La encuesta buscó conocer, principalmente, cómo la violencia basada en género afecta a mujeres jóvenes de la región andina en espacios digitales de interacción. Para ello se incluyeron preguntas sobre el uso que dan las jóvenes andinas a las redes sociales y los medios digitales, su conocimiento sobre los tipos de violencia digital basada en género, sus formas y posibilidades de acceso a internet y su conocimiento y aplicación de medidas de seguridad digital.
En una fase previa de investigación documental para la elaboración del informe, ULA Mujer consultó fuentes bibliográficas sobre la definición de violencia digital basada en género y sus tipos, así como el marco legal internacional y nacional que existe o debería existir para sancionar esas formas de violencia contra las mujeres.
Informes de la entidad de la Organización de Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer (ONU Mujeres) revelan estadísticas preocupantes sobre la violencia de género en espacios digitales a nivel global, situación que motivó la investigación local de ULA Mujer.
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Ciberbullying, sexting y stalking: tipos de violencia digital más comunes contra mujeres
72 % de las mujeres jóvenes encuestadas por ULA Mujer afirmó conocer los distintos tipos de violencia basada en género que ocurren en espacios digitales. La gran mayoría (181 de 200) dijo saber qué es el ciberbullying, 116 contestaron que sabían en qué consiste el sexting y la mitad respondió que conoce las características del stalking.
De acuerdo con la Guía de conceptos básicos sobre la violencia de género en línea contra las mujeres y niñas, elaborada por la Organización de Estados Americanos (OEA), existen 12 formas de violencia de género contra ellas facilitadas por las nuevas tecnologías. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esas tipificaciones no son fijas, sino que cambian debido a que la violencia digital se transforma conforme avanzan la tecnología y sus herramientas.
En las opciones de respuesta que incluyó la encuesta de ULA Mujer estaban seis formas de violencia digital, las más comunes: ciberbullying, sexting, stalking, grooming, shaming y doxing. Las encuestadas tenían la opción de seleccionar todas las que conocieran de esa lista o elegir ninguna u otras, indicando cuáles en este último caso.
«El ciberbullying o ciberintimidación es el uso de tecnologías por menores de edad para humillar, molestar, alarmar, insultar o atacar a otra/o menor de edad o difundir información falsa o rumores sobre la víctima, así como para amenazarla, aislarla, excluirla o marginarla», señala la guía de la OEA, y añade: «Es común que las niñas víctimas de ciberbullying sean atacadas con comentarios ofensivos y violentos sobre su cuerpo o su sexualidad».
El sexting o sexteo, por su parte, es una práctica común entre jóvenes que consiste en el intercambio de material sexualmente explícito de forma consensuada, pero que puede implicar la distribución de ese contendido a terceras personas sin el consentimiento de los involucrados.
«El sexting se presenta en contextos en los cuales las jóvenes y las niñas están sometidas a una mayor presión social que los jóvenes para compartir imágenes sexuales y degradantes de su cuerpo, mientras que los jóvenes y los niños se ven presionados para solicitar imágenes, recibirlas y compartirlas con sus amigos a fin de reafirmar su heterosexualidad», explica el informe de ULA Mujer.
En cuanto al stalking, tranducido como acoso o acecho en español, es un patrón de comportamiento repetitivo que busca controlar a una persona a través de acciones de intimidación y vigilancia constante. «En el contexto digital, el stalking se manifiesta a través de la vigilancia persistente en línea, el seguimiento de la actividad en redes sociales, el envío constante de mensajes no deseados o la creación de perfiles falsos para espiar a la víctima», explica la Asociación Stop Violencia de Género Digital.
Ofertas de empleo y sexualización de las mujeres en espacios digitales
Si bien la mayoría de las encuestadas respondió que los principales usos que le dan a las redes sociales y los medios digitales son para entretenerse (94 %), acceder a información (90 %), estudiar (82 %) y socializar (72 %), 81 de 200 jóvenes dijeron que también utilizan internet para buscar trabajo.
«66 % señaló que han recibido ofertas de trabajo a través de las redes sociales y las propuestas más comunes son: trabajo remoto, modelaje, ofertas de trabajo fuera del país, ofertad de trabajo como promotora y ofertas académicas», precisa el informe de ULA Mujer.
Un porcentaje menor de las encuestadas, pero no por ello menos preocupante, respondió que entre las ofertas de trabajo que han recibido están enviar fotos y recibir dinero por ellas, así como vender contenido sexual. Las oportunidades de empleo que reciben provienen principalmente de cuentas de particulares y extranjeras.
La encuesta de ULA Mujer también consultó sobre la percepción que tienen las jóvenes acerca de cómo muestran los medios y las redes sociales a las mujeres. 84 % de las encuestadas indicaron que sienten que las mujeres son presentadas de forma sexualizada en entornos digitales.
«Se crea una imagen de la mujer con una anatomía no natural, se les da connotaciones sexuales a actividades no sexuales, se malinterpreta mucho el mensaje que se quiere dar y se tuerce hacia la sexualidad de la mujer», respondió una de las encuestadas, mientras que otra agregó: «La sociedad crea el pensamiento de que una mujer debe de verse ‘sexi’ ante una cámara para tener éxito».
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Vacíos legales y seguridad digital
La legislación venezolana no tipifica la violencia digital como delito, menos aún con perspectiva de género. Si bien existe la Ley especial contra los delitos informáticos, vigente desde 2001, esta no incorpora en su redacción la violencia que se puede ejercer a través de internet. Sin embargo, el artículo 19 de la Ley orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia (LOSDMVLV) sí establece la violencia informática como una forma de violencia basada en género contra las mujeres.
«La violencia informática en el marco de la LOSDMVLV se encuentra tipificada como delito en el artículo 68: ‘Quien utilice las tecnologías de la información como medio para la comisión de los delitos de violencia psicológica, acoso, hostigamiento, acoso sexual, violencia mediática, simbólica, política o multicausal, será sancionado con un aumento de un tercio de la pena correspondiente al delito’», señala el informe de ULA Mujer.
Sin embargo, el equipo legal de ULA Mujer ha constatado que en el sistema de justicia venezolano la violencia informática que se ejerce contra mujeres es considerada como un delito secundario. Además, en la actualidad no se están haciendo imputaciones por ese delito.
En cuanto a la seguridad digital, la encuesta reflejó que casi la mitad de las jóvenes en la región andina (46 %) solo se sienten algo seguras en las redes sociales, mientras que 10 % manifestaron sentirse inseguras o muy inseguras. Asimismo, 55 % de las encuestadas indicaron que mantienen sus perfiles privados en esos espacios como medida de seguridad.
No obstante, la mayoría respondió que no establece suficientes medidas de seguridad en internet, más allá de mantener la privacidad de sus cuentas, cambiar periódicamente sus contraseñas digitales y utilizar la verificación en dos pasos que ofrecen algunas redes sociales. La razón principal que manifestaron es el desconocimiento de mecanismos de seguridad que podrían implementar.
La elaboración del informe Violencia contra las mujeres por razones de género en medios digitales permitió a ULA Mujer conocer los riesgos que enfrentan a través de internet las jóvenes que residen en la región andina de Venezuela. También se determinaron las necesidades de implementación de políticas públicas que permitan una mayor alfabetización digital con perspectiva de género y los vacíos legales que son necesarios llenar para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres en espacios digitales.
Por todo lo anterior, ULA Mujer exhorta al Estado venezolano a incorporar la perspectiva de género en la legislación referente al uso de internet y de tecnologías de información y comunicación, así como a poner en práctica acciones que realmente promuevan la prevención de la violencia digital contra las mujeres y la sancionen con medidas severas. También es indispensable el desarrollo de políticas públicas que eduquen y capaciten a niñas y mujeres en el uso seguro de redes sociales y medios digitales.